El pasado 3 de enero del presente año se presentó una alerta comunitaria por la presencia de cientos de peces muertos aguas abajo de la planta de tratamiento de aguas residuales de La Calera en el sector de San José de la Concepción. La comunidad tomó registros fotográficos y de video de lo sucedido los cuales se pueden encontrar en redes sociales y acudió a la unidad de gestión del riesgo municipal pues para los pescadores y habitantes aledaños esto constituía un daño ambiental importante.
La respuesta de parte de esta dependencia de la alcaldía municipal fue realizar una visita conjunta con bomberos al lugar del acontecimiento para verificar lo denunciado por la comunidad; el reporte de esta diligencia fue que aunque se observaban rasgos de contaminación como espuma y aceites y unos cuantos peces muertos, no había ocurrido una afectación importante en los tramos de río y quebrada evaluados. Ante esta respuesta la comunidad se sintió desestimada ya que lo que para ellos fue evidentemente un daño ambiental, para la autoridad municipal fue un pequeño suceso que no ameritó atención, apenas indagación a la empresa BASF Química y ESPUCAL, sin levantamiento de información ambiental como análisis de calidad del agua, o análisis patológico de los peces para determinar la causa de la mortandad, según refieren quejas de la comunidad afectada.
Lo cierto es que este suceso logró trascender en toda la cuenca llegando a nosotros el día siguiente a la alerta, tras escuchar la historia antes narrada decidimos averiguar cuál era el estado del río, contrastamos nuestros registros diarios de calidad del agua cruda del río en el sector Salitre de Guasca y no encontramos evidencia de que algo hubiera ocurrido en los días anteriores. Fuimos al río al sector donde la comunidad reportó la afectación y encontramos cientos de peces muertos; ante la evidencia decidimos realizar análisis de laboratorio de calidad del agua y patológico de los peces pero no lo logramos debido a que no conseguimos laboratorio que tomara muestras de agua inmediatamente y para el análisis patológico se necesitaba una muestra viva en el lugar, que tras un muestreo de medio día hecho con un pescador local experto solo obtuvimos cadáveres. Indagamos en Gestión del riesgo municipal, ESPUCAL y Secretaría de Ambiente municipal y nos respondieron que no se conoció la causa de muerte de los peces, que los documentos de la PTAR y de BASF Químicos estaban en orden y que era posible que ESPUCAL mandara a hacer unos análisis de calidad del agua del río.
Querida comunidad, es imposible proteger nuestros cuerpos hídricos sin ustedes, ustedes hicieron un llamado que desplegó una serie de acciones de las cuales todavía no hay respuesta a lo ocurrido, pero lo importante es que ahora todos sabemos que hay una comunidad atenta a lo que le pasa al río y que poco a poco construiremos entre todos los mecanismos para ayudar a esclarecer y exigir el cumplimiento de las responsabilidades de cada actor en el cuidado de la cuenca. Por ahora los invitamos a denunciar ante la policía estos eventos, recuerden que la denuncia puede ser anónima y que luego de denunciar debemos hacer seguimiento a los procesos.
Una felicitación por esos líderes y sus comunidades que defienden nuestra Gran Cuenca del Río Teusacá!