Históricamente la navidad ha sido la época más maravillosa del año porque los recuerdos que evoca son siempre muy agradables, pero ¿Quién no recuerda aquella navidad más especial que todas en donde le regalaron su primera mascota? Esa emoción, casi siempre grabada en un video o en una foto tomada por los padres del cachorro y su nuevo dueño donde la sonrisa del infante
logró permanecer por toda la noche buena, y algunos días más porque la compañía, el afecto y el carisma de los animales domésticos nos cambia la vida positivamente.
Los preparativos para la llegada de una nueva mascota son exhaustivos muchas veces ya que para todo presupuesto existe una oferta completa de camas, mantas, juguetes, alimento, peines, correas y hasta vestidos. Lastimosamente entre los preparativos no está el proceso educativo que llevará al niño o incluso al adulto a entender que son organismos con necesidades particulares,
que requieren cuidados pero además un trato digno, que habrán problemas a resolver y cómo serán abordados, que estos organismos también envejecen y que tienen derecho a una vida digna.
Todo esto se aprende sobre la marcha y a ensayo y error, muchas veces la vida de una mascota transcurre entre la tortura y el maltrato físico que para el niño es juego o la cosificación producto
de tratar a otra especie como humana. Ninguna de las dos ofrece una vida digna para ningún ser vivo, por eso hoy Progresar E.S.P. te pide que seas consciente si vas a regalar esa compañía tan
especial en esta navidad, que conozcas el manifiesto animal, los derechos de los animales, el código de protección de maltrato animal y analices en familia la forma en la que van a incluir a
otro familiar de una especie diferente para que tenga una vida digna y ustedes se conviertan en un regalo para esa mascota.