Hace tres años exactamente, la pregunta “¿De quién es el río Teusacá?” recorrió gran parte del área rural de los municipios de La Calera, Sopó y Guasca en el estudio que fundamenta nuestra
acción por la cuenca.
El resultado de esta encuesta de percepción fue que la mayoría de la población no tienen un sentido de pertenencia con el recurso hídrico y menos existe en su mapa mental el ecosistema acuático del río Teusacá. Yo, como bióloga de la compañía consultora formé parte del equipo encuestador y eso me permitió ver en los rostros de los encuestados que quizá después de toda una vida por primera vez se preguntaban por el río, algunos lo buscaban con la mirada, a ver si ese paisaje estaba entre algunos de sus recuerdos.
La respuesta a esta pregunta no es fácil, pues sentir pertenencia o propiedad es una sensación acompañada de estructuras de control, en este caso del territorio por donde transcurren las aguas. Si bien el ente cuyo objeto es el control y la vigilancia del río por excelencia es la corporación ambiental, también los gobiernos locales, las comunidades habitantes y las empresas
lo pueden hacer, un ejemplo de esto es la propuesta que hace el acueducto Progresar E.S.P., una empresa privada que provee agua potable cuya fuente es el río, cuyo interés no es solo mejorar la
fuente sino integrarse entre los responsables y beneficiarios de la cuenca como debe ser, por el solo hecho de estar allí.
¡Amigo ciudadano, habitante de la cuenca, empresario, gobernante, el río es suyo también, es parte de lo que usted es, es parte de su paisaje, de su provisión diaria, de su cotidianidad! Esperamos que en una próxima encuesta la gente de la cuenca tenga la claridad de que le pertenece, a todos los habitantes que se encuentren en donde caiga una gota de agua y esta escurra en dirección al Teusacá.